Ya habíamos tratado el tema de la crisis de chips para la fabricación de procesadores, debido a la escasez mundial de los mismos y, a raíz de esto, se llevó a cabo el lunes pasado la reunión entre el presidente Joe Biden y la industria de los semiconductores para encontrar posibles salidas a esta problemática. Aunque las conclusiones siguen siendo un misterio, el camino que ha trazado el primer mandatario de los Estados Unidos apunta a fortalecer la infraestructura del segmento.
“Estos chips, baterías, banda ancha, todo es infraestructura. Necesitamos construir la infraestructura de hoy y no reparar la de ayer”, dijo Joe Biden. Para alcanzar esto, el presidente propone un plan a través del cual busca proteger la cadena de suministro y revitalizar la fabricación estadounidense. Samsung fue la única compañía surcoreana presente en la reunión del lunes y, aunque no se ha filtrado aún ninguna información, desde días antes se había rumoreado que la gigante surcoreana ya habría firmado un acuerdo con los Estados Unidos para construir una nueva fábrica de chips en suelo norteamericano, posiblemente en territorio texano.
Algunos conocedores dudan del compromiso de Samsung con el proyecto sobre el mercado de chips
Dentro de lo que se conoce de los planes de ambas partes, se ha dicho que Samsung invertiría alrededor de $17 mil millones para construir su nueva planta de chip en territorio estadounidense. Sin embargo, muchos conocedores de la industria habrían afirmado que la gigante surcoreana ya no estaría tan segura de darle luz verde al proyecto.
Al parecer, las razones de esto se deben a una presión por parte del gobierno de Corea del Sur para que invierta ese capital en mejorar y fortalecer la cadena de suministro local y contribuir notablemente al crecimiento de la infraestructura de semiconductores del país asiático. Esto ha puesto en duda a Samsung y deberá tomar una posición final, analizando los costos de cada inversión y cuál proyecto le puede ofrecer mayores ventajas estratégicas para sus clientes.
Solo queda esperar para ver si el plan propuesto por Biden de fortalecer la estructura de fabricación de chips para procesadores en los Estados Unidos incluye o no, a la gigantes surcoreana.